La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una enfermedad crónica recurrente de causa desconocida que afecta al tracto gastrointestinal. Se clasifica en tres entidades independientes según su presentación clínica y afectación del tracto gastrointestinal: la colitis ulcerosa (CU), la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis indeterminada.

La CU afecta al intestino grueso o colon produciendo una inflamación de la mucosa superficial. Los sujetos afectados suelen presentar síntomas como diarreas con moco y sangre, dolor abdominal, fiebre y pérdida de peso. 

La EC puede afectar a cualquier nivel del tracto gastrointestinal (siendo más frecuentes la afectación del intestino delgado distal o íleon), en donde se produce una inflamación transmural (afectación del espesor completo de la víscera). Los síntomas son similares a los de la CU, asociados a cuadros de obstrucción y fístulas intestinales (comunicaciones inflamatorias entre vísceras) debido a su afectación transmural.

En ambas entidades se puede apreciar síntomas extraintestinales como dolor articular, problemas oculares y lesiones dérmicas, entre los más frecuentes.

El diagnóstico se basa en la combinación de los hallazgos clínicos, hallazgos en los análisis de sangre, pruebas de imágenes, exámenes de heces y en los resultados de estudios endoscópicos y anatomopatológicos. 

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